La meiga del bosque

Entre Melide y Arzúa, la frondosidad de los bosques es mas que destacable y las subidas empinadas tambien.

Los pequeños y abundantes riachuelos, el suelo con una auténtica cama de helechos, nos prendaron de nuevo durante toda la jornada.

Al terminar una subida que era preludio de la siguiente, orea puerta abierta al bosque nos sorprendió por su música.

Esta vez no eran los pájaros, las hojas o los animales.

! alucinante!

Una voz melodiosa de mujer acompañada del sonido de una gaita, y un tambor …

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