Arzúa a Pedrouzo
Aunque llevamos en la mochila un pin con la concha de vieira, no quisimos comprar una hasta el mismo sitio en el que Montse me regaló la mía hace unos años cuando hice mi primer Camino de Santiago.
Llegamos al lugar y no había conchas, pero hablando con la dueña… buscó una en su » baul de los recuerdos», y se la regaló a Santi. A cambio le pidió que cuando llegara a la catedral de Santiago le diera un abrazo al Santo de su parte.