La anécdota de la concha de Santi

Arzúa a Pedrouzo

Aunque llevamos en la mochila un pin con la concha de vieira, no quisimos comprar una hasta el mismo sitio en el que Montse me regaló la mía hace unos años cuando hice mi primer Camino de Santiago.

Llegamos al lugar y no había conchas, pero hablando con la dueña… buscó una en su » baul de los recuerdos», y se la regaló a Santi. A cambio le pidió que cuando llegara a la catedral de Santiago le diera un abrazo al Santo de su parte.

Mensaje en la ermita

La ermita era pequeña pero muy acogedora y bonita.

Santi hizo fotos chulas que subiremos en breve. Al salir, el cura nos invitó a ir a los pies del altar, donde tenia unas pequeñas tiras de papel en varios idiomas para los peregrinos.

» El que cree en mí, no solamente cree en mí, sino también en el que me ha enviado». (Juan 12,44).

Sorpresas en Labacolla

Pedrouzo a Santiago de Compostela

El desvío del camino por las grandes obras de autopistas y ave, nos hicieron dar un gran rodeo pero tuvo sus compensaciones. Pasamos por debajo del tunel de aterrizaje del aeropuerto y la suerte es estar en el instante adecuado en el lugar adecuado, hizo posible que santi hiciera una fotografía de un avión pasando aobre nosotros para aterrizar.

La segunda anécdota en labacolla fue la de beber en un manantial que parecía que su agua salía a través del tronco de un árbol.

Equilibrio dual

Arzúa a Pedrouzo.

Como en este viaje todo lo compartimos y tomamos las decisiones juntos.

Hemos decidido que aunque todas las etapas eran fotográficas eata se lleva » la palma»

Y bueno…hoy a Santi se le ha ocurrido una idea que ha puesto en practica, y la etapa ha sido melódica y en plena armonía al caminar.

Ha decidido dejar de darme caña en las cuestas con su ritmo «hammer time» de Hamilton, y adecuarse un poco al mio, mientras que al tiempo yo procuraba aumentar el mio.

El resultado ha sido magnífico, y muy agradable. Lo veréis en las fotos.

La meiga del bosque

Entre Melide y Arzúa, la frondosidad de los bosques es mas que destacable y las subidas empinadas tambien.

Los pequeños y abundantes riachuelos, el suelo con una auténtica cama de helechos, nos prendaron de nuevo durante toda la jornada.

Al terminar una subida que era preludio de la siguiente, orea puerta abierta al bosque nos sorprendió por su música.

Esta vez no eran los pájaros, las hojas o los animales.

! alucinante!

Una voz melodiosa de mujer acompañada del sonido de una gaita, y un tambor …

Un viaje al interior

Las camas del molino eran cómodas y la habitación agradable pero el cansancio no nos dejó descansar bien.

La etapa era entre melide y Arzúa era más corta que las anteriores pero se antojaba costosa por el cansancio acumulado y las lesiones en los pies que nos iba dejando el camino.

La larga senda

La cena en eiretxe fue copiosa. Vimos un capitulo de flash tumbados, qunque hubo que hacer una remodelación de muebles de la habitación, y tumbarnos en la misma cama. Descansamos bastante bien. Esta cama no nos dejó marcas de muelles por el cuerpo. A por la mañana despues de desayunar nos pusimos en camino. Hoy Eiretxe – Melide. Una etapa larga de dificultad media alta se presentaba ante nosotros.

Una simple flor es un freno en el camino

Portomarín- Eirexe.

Buscar un desayuno decente ha sido más complicado de lo que debiera. Curiosamente, estaban abiertas tiendas y comercios, y por el contrario bares y restaurantes cerrados. Pero al final algo encontramos

Nos despedimos de Portomarín y bajamos hasta el Miño para cruzarlo por un puente que daba acceso a la gran subida que da inicio a esta etapa de la ruta peregrina.

una foto con el santo de la plaza no podia faltar

las subidas comenzaron Pronto y cada vez eran mas empinadas, y… como ya está resultando habitual… Santi se pone el turbo y no hay quien le frene.

los paisajes cada vez más bonitos nos cautivaban, y las paradas para hacer fotografias cada vez son mayores.

La belleza de una simple flor, unas vacas, una subida o bajada, un arrollo o una flor eran motivo suficiente para detenernos a hacer unas fotografías

las pequeñas aldeas se iban sucediendo poco a poco.

Portomarín, Gonzar, Castromaior, Hospital de la Cruz, Ventas de Narón, Ligonde,y al final Airexe nos dejaron entrar en otro tiempo. Un tiempo antiguo en el que el ritmo discurre muy despacio. De hecho, en algun tramo en el que coincide el camino con alguna carretera, al ver pasar algun coche, nos sorprendía ver a la velocidad que vivimos en el mundo actual

En una de las conversaciones del camino, santi me decía que había aprendido a valorar más las cosas, hasta las mas pequeñas. Y que el camino estaba siendo un reto de resistencia.

en cada fotografía, ahora el paisaje, ahora tu a mí, ahora yo a tí, ahora un selfie, se nos va más de hora y media. Esto hace que nuestras etapas se alarguen mucho, pero juntos hemos decidido no perdernos el capricho y continuar haciéndolas.

madre mia, como corremos cuando vamos en coche.

Habríamos tardado una hora y poco en hacer el trayecto que nos lleva andando seis días

los mojones se suceden y hemos bajado de las tres cifras

llegamos a Airexe muy cansados y la cocina del único bar estaba cerrada, asi es que nos comimos una empanada, fuet y un platano para recuperar fuerzas, noa duchamos y practicamente a cenar y a tumbarnos a ver un capítulo de flash antes de dormir.